Cómo prevenir las reacciones adversas a los medicamentos
Prácticamente ningún fármaco de los que se comercializan en el mercado está libre de provocar algún efecto secundario en el paciente, sin embargo, el riesgo que se corre es notablemente inferior al efecto positivo que se obtiene. Aunque en la mayor parte de las ocasiones, los medicamentos no producen ningún efecto secundario, cuando lo tienen, en la mayoría de los casos, son leves, pero afectan al 7% de los pacientes ingresados en un hospital y de ellas, alrededor del 10%, tienen un efecto mortal para el paciente.
Con motivo de la Semana Segura del Medicamento, #MedSafetyWeek, campaña de concienciación sobre las reacciones adversas a los medicamentos, puesta en marcha por el Uppsala Monitoring Centre (UMC) –centro colaborador con la OMS para la monitorización internacional de medicamentos-, en colaboración con otras 57 autoridades reguladoras de medicamentos de todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud ha reconocido que la "mayoría" de las reacciones adversas a los medicamentos se pueden prevenir, si bien ha pedido a los países contar con sistemas "sólidos" para informar sobre cualquier efecto secundario no deseado.
Uno de los principales motivos por el que se producen estas reacciones adversas se debe a la polimedicación, ya que aumenta el riesgo de que se produzcan efectos secundarios debido a las posibles interacciones entre ellos. Esta situación resulta bastante habitual en personas de edad avanzada. De hecho, diferentes estudios apuntan a que un tercio de la población mundial de más de 75 años consume, al menos, seis fármacos al día, y más de un millón de personas consumen ocho o más.
Al igual que ocurre con la polimedicación, la OMS ha explicado que muchas reacciones secundarias no guardan relación con los componentes del fármaco sino que pueden deberse a factores ajenos al medicamento como, por ejemplo, una prescripción inapropiada, una dosis incorrecta, la automedicación, no seguir las pautas indicadas, las interacciones con otras sustancias y ciertos alimentos… Si bien es cierto, los riesgos también pueden deberse a que alguno de los compuestos utilizados en la formulación no cumplen con los estándares requeridos o el medicamento es falso, lo que hace que el fármaco sea ineficaz o, lo que es peor, perjudicial para la salud.
Por todo ello, la OMS recuerda que para minimizar el impacto de las reacciones adversas a los medicamentos (RAM) es necesario involucrar tanto a pacientes como al personal sanitario y realizar una mayor y mejor recopilación de datos científicos por parte de agencias locales, nacionales e internacionales.
Esta labor será especialmente importante cuando exista una vacuna contra el virus del SARS-Cov2, de modo que puedan activarse todos los mecanismos de control oportunos para abordar el problema con el mayor impacto posible. Ante el riesgo que supondrá la puesta en circulación de la futura vacuna contra el Covid-19, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido (MHRA) ha anunciado que utilizará inteligencia artificial para examinar el cuidadosamente el “alto volumen” de reportes de reacciones adversas que pueda desencadenarse.
En declaraciones al Financial Times recogidas por el periódico Milenio, el organismo regulador inglés reconoce que, a tenor de campañas de vacunación anteriores, “se producirán entre 50.000 y 100.000 informes de presuntos efectos secundarios por cada 100 millones de dosis durante un periodo de 6 a 12 meses.”
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