El impacto de la pandemia sobre la salud mental
Desde que la Organización Mundial de Salud decretó la alerta de pandemia, más de un millón de personas han fallecido en todo el mundo a causa del virus del SARS-Cov2. Una enfermedad que, además, ha infectado a más de 44 millones de personas, siendo EE.UU, India, Brasil y Rusia, los países que presentan un mayor índice de contagios, algo evidente ya que se encuentran entre las naciones más pobladas del mundo.
Pero más allá de las consecuencias visibles que está dejando este virus sobre nuestra salud, hay otro tipo de secuelas invisibles sobre la que ya han advertido expertos de todo el mundo: la salud mental. De hecho, la OMS ya alertó sobre el alcance de esta problemática con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, celebrado el pasado 10 de octubre. Los efectos del confinamiento sumados a las implicaciones del comportamiento en esta “nueva normalidad” caracterizada por un distanciamiento social y físico, el aumento del desempleo y las dificultades económicas o el duelo, entre otras, está haciendo que afloren los casos de depresión, ansiedad, baja autoestima, angustia o insomnio. Por otro lado, el mismo virus puede traer consigo complicaciones neurológicas y mentales, como estados delirantes, agitación o accidentes cerebrovasculares.
Pero la pandemia no solo está teniendo su impacto sobre la salud mental de las personas “sanas”, sino que, además, “ha perturbado o paralizado los servicios de salud mental esenciales del 93% de los países del mundo”, según un estudio de la OMS realizado en 130 países, y hace un llamamiento a todas las naciones para que incrementen la financiación y los recursos destinados a la salud mental.
De hecho, antes de la pandemia, los países destinaban menos del 2% de sus presupuestos nacionales de salud a la salud mental y tenían dificultades para responder a las necesidades de sus poblaciones, según afirma la organización. Si bien el 89% de los países señalaron, en el marco del estudio, que la salud mental y el apoyo psicosocial formaban parte de sus planes nacionales de respuesta al Covid-19, apenas el 17% de esos países disponen de una financiación adicional suficiente para sufragar esas actividades.
Además de la OMS, otras voces expertas como la Academia de Ciencias Médicas del Reino Unido han alertado sobre los efectos psicológicos, sociales y neurocientíficos que generará la pandemia a corto, medio y largo plazo. Esta entidad, al igual que la OMS, urge a incrementar la financiación destinada a los programas de salud mental de los diferentes países para anticiparse a la que ya se califica como la segunda gran pandemia del siglo XXI.
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