“Medicamento sin daño”, el reto de la OMS para reducir los errores de medicación
Los errores en la prescripción y administración de medicamentos es un problema que se ha convertido en un denominador común en los sistemas sanitarios de todo el mundo, incluso de los países más desarrollados. Las consecuencias negativas de estos fallos son tan evidentes, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha en el año 2017 el reto mundial por la seguridad del paciente, “Medicación sin daño”, en el que se fijó como objetivo reducir a la mitad los daños graves y evitables relacionados con la medicación en todos los países en un plazo de cinco años.
¿En qué consiste esta iniciativa?
El desafío de una medicación sin daño busca reducir los errores de medicación y el daño al paciente al menos en un 50%, mejorando los controles en las situaciones que requieren cuidados más detallados, como por ejemplo:
- los tratamientos que utilicen medicamentos con un alto riesgo de provocar daños si se utilizan indebidamente,
- pacientes que toman múltiples medicamentos para varias enfermedades y afecciones,
- pacientes que están siendo derivados de un cuidado a otro.
Las iniciativas previstas en la hoja de ruta contemplan acciones directas con los públicos afectados (pacientes y profesionales sanitarios), así como actividades que intervienen en cada una de las fases del proceso de medicación (prescripción, dispensación, administración, seguimiento y uso), teniendo como único fin la seguridad del paciente.
Para lograrlo, la OMS se ha marcado cinco objetivos específicos:
- Evaluar el alcance y la naturaleza de daño evitable y fortalecer el sistema de monitoreo para detectar y rastrear este daño.
- Crear un marco para la acción dirigida a pacientes, profesionales de la salud y Estados miembros, para facilitar mejoras a la hora de prescribir, preparar, dispensar, administrar y monitorizar prácticas que puedan ser adoptadas por los diferentes países.
- Desarrollar materiales, tecnologías y herramientas que apoyen el establecimiento de sistemas de uso de medicamentos más seguros, así como la reducción de los errores de medicación.
- Lograr el compromiso de todos los agentes implicados para crear conciencia sobre este problema.
- Empoderar a los pacientes, sus familias y cuidadores para que participen activamente en la detección de los errores de medicación y se comprometan con el uso adecuado de los tratamientos.
Esta es la tercera vez que la OMS lanza un Reto Mundial por la Seguridad del Paciente. En 2005 puso en marcha la iniciativa sobre la higiene de manos “Una atención limpia es una atención más segura”, y en 2008 el programa “La cirugía segura salva vidas”.
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